"Patronato”: la revolución personal de Maribel Sánchez
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| De izq. a dcha.: María José, Cristina, Maribel, Toñi, Alicia y Manolo | 
El sol lo cubría todo, y, como si fuera pleno mes de agosto, el calor raspaba las partes descubiertas del cuerpo, obligándome a buscar esos estrechos espacios de sombra que, a trozos, regalaban algunas edificaciones. Con paso casi lento avancé desde los campos de fútbol hacia la biblioteca de Los Barrios, donde a las seis de la tarde Maribel Sánchez presentaba su último libro, el octavo que ya ha visto la luz.
La entrada fue un alivio: la brisa fresca del aire acondicionado acarició mi rostro, aún marcado por el sopor del calor anterior. En un ambiente casi familiar, con la presencia de Cristina Marchante, concejala de Cultura, y María José Alconchel, y entre los asistentes la escritora Alicia Morales, se procedió a la presentación de la autora y su obra.
El acto formaba parte de la XIII edición del Ciclo de Escritores de Los Barrios, organizado por la Delegación de Cultura con la colaboración de la Asociación de Mujeres Telethusa.
Como suele ocurrir en estos casos, surgió la pregunta sobre el origen del título, Patronato. La autora lo relacionó con el antiguo Patronato de Protección a la Mujer, creado oficialmente en 1941 y disuelto en 1984. Estaba bajo el control del Ministerio de Justicia y, más tarde, del de Gobernación, aunque en la práctica lo dirigían órdenes religiosas y organizaciones católicas. Según explicó, su función declarada era “reeducar”, aunque en la realidad se aplicaban prácticas reprobables.
Algunos de los treinta y un relatos que conforman este libro surgen de historias con una relación directa con ese contexto; otros hunden sus raíces en asuntos sociales, y algunos se mueven entre la realidad y la ficción. En cualquier caso, la autora considera que este volumen representa su revolución personal: una lucha contra la vulneración de los derechos humanos y las causas injustas. De ahí su empeño en definirse como una escritora social, con el deber de abrir las mentes.
Sentimientos, intriga, emociones y todos los pecados capitales se dan cita para entretejer este entramado de relatos con el hilo conductor del suspense. En ellos, la autora ofrece un retrato de la sociedad —un mosaico— donde a veces se perciben la belleza, la ternura y el amor, y en otros, el dolor de estar vivos.
Durante el acto se leyeron algunos pasajes del libro, y los cantautores Manolo Báez y Toñi Alcaraz deleitaron al público con sus voces. Hubo incluso un momento para felicitar a Maribel por su cumpleaños; mientras recibía las felicitaciones, su rostro sereno —portador de muchas historias vividas y por contar— reflejaba un agradecimiento templado, propio de quien sabe controlar las emociones.
Al despedirnos, y en señal de gratitud, me obsequió con su obra más preciada, Una historia olvidada, con el deseo de que la leyera pronto y le compartiera mis impresiones. Le prometí hacerlo casi de inmediato.





¡Os felicito!, ha sido una bonita presentación.
ResponderEliminarGracias a todos los asistentes y a los que han intervenido.
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