La poesía de la batalla: 'Poemas de Guerra' de Angelines Iniesta
Acaba de concluir la segunda jornada de la duodécima edición del Ciclo ‘Escritores’. La sala infantil de la Biblioteca Pública Municipal ‘Cronista de la Villa’ acogió la presentación de Poemas de Guerra, de Angelines Iniesta, en un ambiente cálido, rodeado de familiares, amigos y público interesado en la temática.
Mientras los asistentes escuchaban atentos, grandes autores como Julio Verne, Edgar Allan Poe, Marco Polo y Miguel de Cervantes parecían observar también desde sus sillas y estanterías, testigos silenciosos del encuentro. La autora, acompañada en la mesa por María José y Laura, desgranó las motivaciones que la llevaron a escribir este libro, una obra que es testimonio de su lucha contra el cáncer.
En la presidencia y sobre el atril de la mesa, reposaba erguido el volumen protagonista del acto. Encuadernado en rústica, con una atractiva portada de solapa diseñada por una profesional, buscaba sintetizar la esencia de la obra. Sus 75 páginas de tono ahuesado aportaban calidez y armonizaban con el contenido.
Las 55 composiciones que conforman el poemario siguen un orden cronológico, reflejando los distintos estados de ánimo que atravesó durante su enfermedad: el asombro, la negación, la aceptación y la resignación, antes de la sanación. Son poemas que dialogan con el espejo, que formulan preguntas y buscan respuestas, y que ahora, años después, Angelines Iniesta ha decidido compartir con la esperanza de que puedan servir de apoyo y luz a otros.
El silencio reinaba en la sala, decorada con ilustraciones infantiles en las paredes. Las sillas y mesas de colores suavizaban el dramatismo de algunos momentos, especialmente cuando varios asistentes compartieron experiencias personales con la enfermedad. Un torrente de emociones inundó la conversación, aunque, en ocasiones, el exceso de intervenciones amenazó con desdibujar el foco del encuentro. Tal vez, en otro contexto más orientado al intercambio de vivencias, este espacio de diálogo resultaría aún más enriquecedor.
En este ambiente, la autora y sus acompañantes en la mesa leyeron algunos de los poemas que componen la obra. Mientras escuchaba, recordaba a tantas personas con quienes he compartido la pasión por la poesía: Marisol, Carmela, Augusto, Joaquín, Amalia, Inmaculada, Javier, Pablo, Eduardo, Juan Manuel, Ana María... y seguro que muchos más. Pensaba en lo hermoso que sería convocarnos, aprovechar encuentros como este no solo para la presentación de un libro, sino para hablar sobre el poder de la poesía en momentos de crisis, en la rebeldía, el lamento, la lucha interior. Mencionar autores, compartir versos, estrechar lazos y fortalecer esa riqueza cultural que nos une.
Tal vez, más allá de los actos formales, lo que realmente necesitamos es hacer de la literatura un punto de encuentro, un refugio donde las palabras nos conecten más allá de la página escrita.
| Asistentes |
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| María José Entrega a Angelines la Placa Conmemorativa |
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