Sierra Plata: Belleza y Fuego
Cuánta belleza desapercibida en tan escasos kilómetros, en el camino desde Algeciras hasta Sierra Plata. Postales únicas en el planeta se muestran gratuitamente: una inmensa bahía, un Estrecho asombroso, bosques históricos, murallas imponentes, una isla extraordinaria, una ciudad romana, pinturas rupestres y otros elementos que el tiempo y la mano del hombre han maltratado.
El aumento de las temperaturas, las condiciones climáticas y la situación medioambiental presagiaban un súbito incremento de incendios. Pero, sobre todo, estaba la mano del hombre: siempre presente, la eterna maldad. Siempre la búsqueda de la destrucción, con o sin intereses de por medio.
Columnas de humo se alzan como señales de tragedia, creciendo y ondulando con cada minuto que pasa. Sirenas rompen el aire mientras medios y efectivos intentan mitigar lo inevitable. Chorros de agua, espumas y máquinas enfrentan el incendio, pero el fuego avanza implacable, devorando la naturaleza viva, indiferente a edades, tipos o resistencias.
Lo que podría ser la danza colorida de las llamas se convierte en figuras amenazantes, contorsionadas, acompañadas por el silbido apagado del viento. El verde y el marrón de la tierra, arraigados y orgullosos, se ven cubiertos por un manto negro que absorbe la luz y el tiempo, dejando solo sombras de lo que fue.
Sin embargo, la vida no se rinde. Pequeños brotes emergen entre la ceniza, tímidos pero firmes. Un tallo se eleva, luego una flor. Otro brote, otra flor. Insectos vuelven a poblarlos y, poco a poco, el paisaje se llena de movimiento y color. Quienes amamos el planeta y el universo sonreímos, recordando que la vida, al final, es indestructible.
Durante muchos, muchos años, en todo lo alto, fue mi punto de destino. Un lugar de una belleza indescriptible: allí me entrevisté con la soledad más absoluta, con la oscuridad, con sonidos desconocidos y con panorámicas inigualables.
ResponderEliminarQuizás lo que llamas MI PUNTO DE DESTINO fuese a la vez un lugar de origen , de partida , una puerta de entrada para entender mejor la naturaleza del género humano y sus entornos . Y bien que has sabido atravesarla .
ResponderEliminarSí, es posible que estés en lo cierto, y que me proporcionara una visión diferente.
EliminarEs verdad, la mano del hombre nunca podrá con la fuerza de la Naturaleza, no sé ese empeño que tiene el ser humano con destruirlo todo. Lo que si sé, es que está batalla la tiene el hombre pérdida. La Naturaleza solo necesita tiempo.
ResponderEliminarSabias palabras. Exacto, el hombre cuanto más destruya peor vivirá, mientras la naturaleza cuenta con todo el tiempo de la eternidad.
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