Sueños que soñamos
Por
Carmela Mirecki Quintero
Y es que, a veces,
en medio de la nada,
no sabes dónde estás.
Y te buscas detrás de las pisadas.
Y sólo quedan
los símbolos absurdos de la nada.
No hace falta perderse.
No es necesario huir de lo imposible.
Hace falta encontrarse,
saber quién eres.
Y romper ataduras y desprecios,
afectos y dolores.
Y saber que es mentira la existencia.
Que no existe el ayer.
Que no existe el futuro.
Que sólo somos sueños
que soñamos.
Este poema me conmueve cada vez que lo leo. Siento que habla de perderse, pero también de encontrarse en medio de la nada. De buscarse en las huellas, aunque esas huellas a veces parezcan vacías.
Me gusta cómo juega con la idea de romper lo que nos ata —no sólo lo que duele, sino también lo que queremos— para llegar a algo más verdadero.
Y ese final... "sólo somos sueños que soñamos"... suena como una verdad suave, que duele y consuela a la vez. Como si la vida, al final, fuera apenas un suspiro.
Descubro cosas nuevas cada vez que lo leo. Y eso también es parte del sueño.
Muchas gracias por publicar este poema, Santi. Y por la glosa, que es muy acertada.
ResponderEliminarCarmela era muy franca, noble y directa en su comportamiento. Y sus poemas escondían, y a la vez manifestaban, sentimientos profundos, a veces fácilmente comprensibles, a veces arcanos…
Me alegra que te guste, Jaime. Para mí es un placer poder darles visibilidad. Vendrán otros, siempre con tu permiso. Un abrazo.
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