Más que pasteles: La historia de un lugar en el corazón de un pueblo  Deseo hablar de un gran negocio, de unos grandes profesionales, con una historia y trayectoria impecable. Han sido entrevistados innumerables veces y premiados otras tantas, son de fama reconocida y visitados desde toda la comarca. Sin embargo, continúo sintiendo la inquietud por contar, pero desconozco el qué. Dudo, como el niño que se aproxima a la vitrina y tiene que elegir uno de los dulces... Se siente observado por los adultos, y algo parecido experimento yo: un jubilado con su blog, una cámara de fotos al hombro, como si se tratara de un juego, un extraño entorpeciendo el desarrollo de un negocio.  Pero observo. Observo a los clientes que esperan con paciencia en la fila, algunos charlan, otros miran con expectación las bandejas repletas de dulces. Es un ir y venir constante. Al principio, solo dos dependientes atienden con profesionalidad y calma. De pronto, son cinco. La cola se disuelve como por arte...











tus pies de fotos marcan de alguna manera la cadencia de los pasos . Bajo cada imagen de los tronos de nuestras Cofradías las palabras aportadas por ti sostienen un relato didáctico y conciso , donde los cofrades de cada Hermandad pueden inspirarse para vivir aun más intensamente la Pasión de Jesús . Me descubres detalles ignorados que me hacen ahondar en la persona de Cristo . Gracias por dedicarle tu tiempo a estos Siete Santos Dias , me sirves de ayuda para refortalecer mi fe . Que el próximo domingo la Resurrección del Hijo de Dios la vivamos en toda su plenitud .
ResponderEliminarMe alegra mucho lo que dices, Paco. Me estimula saber que este programa sirve para algo más que para conocer un horario, porque esa fue, desde su concepción, su función principal. Me emociona que cada año sepas captar la verdadera esencia de la conmemoración y que la encuentres precisamente en mis escritos; en esas reflexiones que, con frecuencia, están tan alejadas del sentir popular, e incluso, a veces, del discurso oficial. No me extraña, porque te conozco bien, y sé que no echas de menos en ellas la grandilocuencia de los grandes discursos, las declaraciones emocionantes, los sentidos pregones o las llamadas a las excursiones turísticas. Como siempre, muchas gracias por tu comentario. Un abrazo.
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