Ir al contenido principal

El Misterio Vivo de la Navidad: Reflexiones sobre su Origen y Significado

 

El Misterio Vivo de la Navidad: Reflexiones sobre su Origen y Significado

Freepik

Cuando se aproxima esta fecha, siento un deseo irrefrenable de escribir sobre la Navidad. Es como si algo dentro de mí me impulsara a volver sobre todo lo que he aprendido a lo largo de los años, a rescatar aquello que he investigado en multitud de fuentes y comparar escritos antiguos y modernos. Solo el pensar en ello me llena de una sensación de bienestar casi indescriptible, una suerte de bálsamo capaz de contrarrestar cualquier síntoma de nostalgia o tristeza que a veces acompaña durante años y revitaliza en esta época.

No es solo la tradición lo que me llama, sino la profundidad de sus orígenes, los detalles que han quedado velados por los siglos o que en su momento quizás se daban por sabidos y ahora han caído en el olvido. Me apasiona sumergirme en los pensamientos de los grandes doctores de la Iglesia, en las homilías que han resonado a lo largo de los siglos, desde las palabras de San Jerónimo hasta las reflexiones tan claras y profundas del Cardenal Ratzinger, Benedicto XVI.

Años atrás, me atreví a desarrollar este tema con más detalle. Escribí, compartí mis descubrimientos y reflexiones. Aunque el interés fue limitado, nunca me importó demasiado; para mí, bastaba con saber que al menos una persona entendía el valor que quería transmitir. Porque la Navidad, para algunos de nosotros, es infinitamente más que luces, compras y copas... Es un recordatorio de algo extraordinario, un acontecimiento que marcó el tiempo y que, pese a los siglos, sigue vivo en quienes lo buscan con el corazón abierto.

El estudio puede ser una herramienta poderosa para redescubrir este significado. Por ejemplo, la monja Eteria, una peregrina del siglo IV, documentó cómo se celebraba la Navidad en los primeros siglos, visitando Belén y describiendo los lugares y las ceremonias. Personalmente, tuve la oportunidad de visitar Tierra Santa hace unos años, y aunque los terremotos y el tiempo han transformado mucho de lo que allí existió, ciertos puntos clave permanecen. Caminar por esas tierras es sentir una conexión viva con los relatos que conocemos, una prueba tangible de una historia que trasciende los siglos.

En este contexto, la figura de San Juan Crisóstomo emerge como una guía espiritual y teológica incomparable. Este gran orador y escritor de la Iglesia, que vivió entre los años 347 y 407 d.C., fue arzobispo de Constantinopla y es especialmente conocido por sus homilías llenas de profundidad espiritual, claridad y fuerza persuasiva, capaces de llegar tanto a los intelectuales como al pueblo común. Su sobrenombre, “Crisóstomo” (boca de oro), refleja su habilidad para comunicar el Evangelio con una elocuencia inigualable.

Entre sus muchas obras, destaca una maravillosa homilía sobre la Navidad que, aunque en algún momento se atribuyó a San Atanasio, hoy se reconoce como suya. En ella, Crisóstomo exalta el misterio de la Encarnación, describiendo el nacimiento de Cristo como el momento en que lo divino se hace accesible al ser humano: “Hoy, el que es se hace lo que no era; el Verbo se hace carne, sin dejar de ser Dios.” Resalta la paradoja de cómo el infinito se hace pequeño, cómo el Creador entra en la creación.

La forma en que presenta la humildad del nacimiento conmueve profundamente. Describe cómo Jesús, el Rey del universo, elige nacer en una cueva, en la pobreza, y ser colocado en un pesebre: “¡Qué cosa más admirable! ¡El trono celestial arriba y aquí abajo, una gruta humilde para Él! Los querubines lo rodean allá y acá un par de bestias lo acompañan.” No se puede expresar con mayor sencillez la unión de cielo y tierra. Crisóstomo presenta la Navidad como el momento donde ángeles y hombres se unen en adoración: “Hoy la tierra ha sido visitada por el cielo. Los ángeles cantan himnos de gloria junto a los hombres, porque Dios ha descendido a ellos.”

La homilía culmina con un llamamiento a la alegría universal, invitando a los fieles a celebrar el nacimiento con gozo y gratitud, porque este evento marca la reconciliación de la humanidad con Dios: “¡Regocíjate, oh tierra, porque el Salvador ha venido a redimirte! ¡Alégrate, oh humanidad, porque hoy el Creador ha bajado para elevarte al cielo!”

Como podemos ver, la homilía de San Juan Crisóstomo no solo transmite el mensaje central de la Navidad con belleza, sino que también enciende un sentido de asombro y gratitud ante el amor divino manifestado en Cristo. Aunque el texto completo varía en algunas traducciones, su esencia ha influido en cómo la Iglesia celebra y medita sobre el nacimiento de Jesús.

En nuestra época, parece haber un esfuerzo deliberado por despojar de toda religiosidad a la Navidad, aunque manteniendo la parafernalia que la rodea, tan conveniente para la economía. Se habla de cenas de empresa, inauguraciones de iluminaciones y precios de productos, pero raramente se menciona al protagonista de esta celebración: la Natividad del Señor.

Sin embargo, no se trata de rechazar las tradiciones modernas, sino de integrar ambas dimensiones. Las luces, las reuniones y las celebraciones pueden ser causa de alegría y regocijo, pero no debemos perder de vista el significado trascendental de esta fecha. La Navidad es una oportunidad para contemplar el misterio del nacimiento de Cristo, un evento que marcó la historia y sigue vivo en los corazones de quienes lo buscan con fe y amor. ¡Que esta celebración nos inspire a vivir con mayor gratitud y a compartir esa alegría con quienes nos rodean!

Puesto que es tradición ofrecer deseos, dejo el mío plasmado al final de estas líneas.
No pretendo nada extraordinario, solo expresar que deseo que sigáis siendo como sois, con vuestras virtudes y defectos; con las vanidades propias de lo humano, los anhelos que os impulsan y las dudas que a veces os detienen. Porque a pesar de nuestras imperfecciones, seguimos siendo un reflejo único y precioso de lo que significa estar vivos.

En este vasto universo, lleno de maravillas y misterios que apenas alcanzamos a comprender, no conocemos otro lugar habitado. Por ahora, este pequeño rincón llamado Tierra es nuestro hogar, con todo lo que implica: nuestras limitaciones, nuestros sueños y las conexiones que nos hacen sentir parte de algo más grande.

Así que mi deseo es que celebremos no solo lo que podemos ser, sino también lo que ya somos, aquí y ahora. Feliz Navidad.

Tema relacionado: https://asilocuentocultural.blogspot.com/2024/11/el-poder-de-la-navidad.html


Comentarios

  1. Comentario de Eduardo Gavilán: Muy interesante tu artículo Santiago...la verdad es que yo la navidad la veo a mí manera...hace tiempo compuse un poema sobre esta fecha y en el me pregunto si la navidad se siente o solo se utiliza para comer, bailar y pasarlo bien.
    Es llamativo como en estas fiestas se paran las guerras...se perdonan las riñas familiares...pero cuando las fiestas pasan...continúan las guerras y vuelven las riñas familiares.
    Por eso mi pregunta será siempre "la navidad con su árbol y su belén se siente o es hipocresía".
    Siempre leí tus escritos sobre los pasajes de la biblia dónde aprendí muchas cosas y detalles que no sabía y ahora con tu artículo veo que mi poema no iba muy descaminado.
    Muy bueno tú artículo Santiago...un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Me quedo con la palabra Natividad

    ResponderEliminar
  3. Comentario de José Manuel: 👍👍👍Enhorabuena. Me ha gustado mucho

    ResponderEliminar
  4. comentario [8:13, 20/12/2024] Carmen Lavado: Es muy bonito lo que dices, y es verdad que ya no celebramos estás fiestas como el nacimiento de Jesús, ya no vamos a la misa del gallo..ya no ponemos el Belén...Ahora es la cena, la fiesta, el vestido, los acompañantes.....Pero algo ha quedado, y no nos damos cuenta, pero está ahí. Todo el mundo lo celebra, creyentes y no creyentes. Nos acercamos más a las personas, nos alegramos de vernos y nos deseamos lo mejor!!!!!
    [8:17, 20/12/2024] Carmen Lavado: Algo queda y eso es muy importante en estos momentos que vivimos. Y es verdad lo que ha puesto este señor al dar su opinión. Se paran hasta las guerras! Aunque esto dura poco, aún tenemos esperanza.
    [8:40, 20/12/2024] Carmen Lavado: Sobre todo si hay personas que como tú se paran para recordárnoslo, y sí, hay muchas personas como tú. Gracias a Dios.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Más que pasteles: La historia de un lugar en el corazón de un pueblo

  Más que pasteles: La historia de un lugar en el corazón de un pueblo Deseo hablar de un gran negocio, de unos grandes profesionales, con una historia y trayectoria impecable. Han sido entrevistados innumerables veces y premiados otras tantas, son de fama reconocida y visitados desde toda la comarca. Sin embargo, continúo sintiendo la inquietud por contar, pero desconozco el qué. Dudo, como el niño que se aproxima a la vitrina y tiene que elegir uno de los dulces... Se siente observado por los adultos, y algo parecido experimento yo: un jubilado con su blog, una cámara de fotos al hombro, como si se tratara de un juego, un extraño entorpeciendo el desarrollo de un negocio. Pero observo. Observo a los clientes que esperan con paciencia en la fila, algunos charlan, otros miran con expectación las bandejas repletas de dulces. Es un ir y venir constante. Al principio, solo dos dependientes atienden con profesionalidad y calma. De pronto, son cinco. La cola se disuelve como por arte...

Balona: crónica de una tristeza anunciada

  Balona: crónica de una tristeza anunciada Gradas Estadio Municipal de La Línea Reconozco que el fútbol no me interesa más que en su aspecto histórico, algo de su aspecto deportivo y mucho de su influencia social. Por eso, quizá este escrito solo interesará a los menos. A aquellos que saben ver en un equipo de fútbol algo más que resultados. Y que saben también que perder partidos no siempre es lo más doloroso. A veces, lo que realmente duele es ver cómo se apaga el vínculo entre un club y su gente. En estos días, y especialmente después de la derrota en casa frente al Jerez, he conversado con personas que entienden de fútbol. Gente que ha seguido durante años a la Real Balompédica Linense, que ha vivido alegrías y frustraciones, y que ahora —dolorosamente— baja los brazos. Lo que me cuentan es desolador: que los jugadores, salvo un par de excepciones, no tienen el nivel; que han pasado tres entrenadores, lo que ya no permite culpar solo al banquillo; que el juego es tan pobre q...

La Línea: entre comercio y ocio

  La Línea: entre comercio y ocio El conflicto en torno al Mercado de Abastos de La Línea va más allá de tasas o metros cuadrados: refleja la encrucijada entre dos modelos de ciudad muy distintos. Un edificio necesario de rehabilitar He seguido con atención la trayectoria del mercado, no desde que comenzaron las obras de rehabilitación, sino mucho antes, casi desde sus comienzos. Históricamente parece que nació no con muy buenos signos, pero no me quiero desviar. Lo cierto es que, durante los años que lo conocí, no era un edificio que prestara unas condiciones adecuadas para el desarrollo de esas actividades. Su rehabilitación, por tanto, era una cuestión indiscutible. Dos razones enfrentadas Los acontecimientos posteriores, después de actualizar y revisar la información disponible, declaraciones escuchadas y publicadas, me llevan a pensar que las dos representaciones en litigio tienen razón. Cada una, con sus argumentos, expone verdades, y precisamente por eso se hace tan di...