El Campo de Gibraltar: Transformaciones de un Paisaje Histórico
A menudo se cree que la naturaleza y el ser humano siguen caminos separados, cada uno con sus propios fines. Sin embargo, ambos están profundamente conectados en la transformación del entorno. Mientras la naturaleza impone sus reglas, sea a lo largo de milenios o en minutos, el ser humano rara vez se adapta de manera pasiva. En lugar de ello, modifica su entorno en nombre del progreso.
Conocer el medio que nos rodeaba en el pasado nos permite compararlo con el presente y proyectar el futuro. Este trabajo no pretende ser un análisis exhaustivo, sino una visión general que ayude a entender la transformación del Campo de Gibraltar a lo largo del tiempo. Si bien algún día la tecnología podría ofrecernos una visión en movimiento de la historia, lo que aquí se presenta es fruto de varios días de lectura de numerosos textos, algunos de los cuales apenas ofrecían información, mientras que otros han proporcionado un valioso caudal de datos cuidadosamente recogidos.
El Estrecho de Gibraltar y sus Mitos
El Estrecho de Gibraltar siempre ha generado la pregunta de si, en algún momento, ambos continentes estuvieron unidos. Varios estudiosos han defendido esta idea a lo largo de la historia. Desde la antigüedad, escritores como Pomponio Mela, Plinio o Diodoro Sículo han formulado o recogido teorías sobre la separación de los continentes, algunos sugiriendo la existencia de un istmo entre África y España, y otros especulando sobre un pequeño paso de agua.
Relatos como el de Hércules cortando el istmo, o teorías sobre el trasvase de aguas entre el océano y el Mediterráneo, son parte de las interpretaciones épicas y mitológicas que rodean al Estrecho. Fenómenos como el terremoto de 1755, que casi sumergió a Cádiz, o las inundaciones mencionadas por el historiador Alcatif Aldris, han alimentado la idea de que las costas y mares han cambiado significativamente con el tiempo.
Diversos autores apoyan su teoría en las numerosas islas unas sumergidas, otras llegadas hasta nuestros días, que estaban entre los montes de Calpe y Ábila. Por ejemplo, Avieno relataba cómo los cartagineses construían barcas chatas para navegar por allí, y se cree que en Gibraltar se pueden observar los diferentes niveles que alcanzó el mar a lo largo de los siglos. Es interesante notar que estudios recientes sostienen que las dos orillas se están acercando nuevamente debido a los movimientos tectónicos.
Delimitación Geográfica y Cambios en el Paisaje
Antes de continuar con nuestra exposición, es importante definir los límites geográficos del sector que abordaremos. Aunque Enrique IV otorgó al término "Gibraltar" una extensa jurisdicción territorial, nuestro enfoque se centra en la actual comarca del Campo de Gibraltar.
Este territorio ha sido escenario de grandes transformaciones en su paisaje natural, especialmente en su flora. Durante siglos, densos bosques de alcornoques y encinas cubrieron la región. Sin embargo, la actividad humana, particularmente la explotación forestal para obtener madera y carbón, afectó profundamente a estos bosques. Hernández del Portillo (1543-1624) menciona cómo la Sierra Carbonera fue talada masivamente, para la obtención de madera destinada al uso como leña y carbón, además de abastecer de tablazones y troncos los arsenales de la Armada de Gibraltar y Carteia y ya a principios del siglo XVII, su aspecto era desolador. Lo mismo ocurrió con el Peñón de Gibraltar, que en tiempos antiguos estaba cubierto de árboles, según relata Avieno.
Intervenciones Humanas en el Medio Natural
Los primeros habitantes de la región, como los fenicios y romanos, dejaron su huella en el paisaje del Campo de Gibraltar. Los romanos introdujeron cultivos como la vid y el olivo, que transformaron la zona. Aunque el olivo no arraigó tanto como en otras partes de España, los viñedos cubrieron grandes extensiones en los siglos XV y XVI. El istmo y las laderas de Sierra Carbonera estaban cubiertos de viñas, y los caminos entre ellas solo dejaban espacio para los trabajadores y sus herramientas. De esta producción nos ofrece una idea una de las incursiones de los turcos en 1540 cuando los enemigos, retirados a la playa de Mayorga, desfondaron más de doscientas botas de vino en la casa del diezmo, y derramaron más de seis mil arrobas. Mataron trescientos cerdos que allí había, y se extendieron algunos por las viñas. Sin embargo, esta prosperidad fue interrumpida durante el sitio de 1727, cuando desaparecieron los viñedos.
Durante la Edad Media, con el dominio musulmán, se introdujeron nuevas especies vegetales y se perfeccionaron las técnicas de cultivo, como el regadío. Esto permitió una mayor diversificación de especies agrícolas, desde cítricos hasta hortalizas. De hecho, Portillo menciona la gran variedad de árboles frutales que prosperaban en la comarca, incluyendo plantas medicinales y especies que prosperaban en las marismas, como los arrayanes y la hierba Calis. Mapas franceses del siglo XVII reflejan huertas de naranjos y limones en el istmo.
El Paisaje en Tiempos Históricos
Las referencias históricas al paisaje del Campo de Gibraltar nos muestran una comarca que sufrió transformaciones profundas debido a la acción humana y los fenómenos naturales. En tiempos antiguos, el Peñón de Gibraltar y sus alrededores estaban cubiertos de densas selvas que, según Avieno, causaban un "miedo religioso" a quienes las atravesaban. Este paisaje fue desmantelado progresivamente por la explotación de los recursos naturales, especialmente para la construcción y la energía.
Por otro lado, autores como Hernández Portillo y López de Ayala, entre otros, destacan la fertilidad de los campos de Algeciras. Esta ciudad, tras ser ganada por el Rey Alfonso, fue elogiada por sus "grandes y hermosos campos", que motivaban a sus habitantes a quedarse. Labat, por su parte, relata cómo las llanuras de Tarifa, regadas por pequeños arroyos, eran famosas por su fertilidad y los cultivos de higueras, naranjos y limoneros, que producían frutos de excelente calidad.
Una Visión Actual: Flora y Montes en el Campo de Gibraltar
A pesar de los cambios sufridos a lo largo de los siglos, el Campo de Gibraltar conserva importantes vestigios de su rica flora y montes. En la actualidad, algunas áreas naturales siguen siendo testimonio de la biodiversidad que caracterizó a la región en tiempos pasados, a pesar del impacto de la industrialización y el crecimiento urbano.
Uno de los ejemplos más representativos es el Pinar del Rey, en San Roque, una extensa área forestal que ha sido cuidadosamente preservada. Este pinar es una de las masas forestales más importantes de la comarca, compuesto en su mayoría por pinos piñoneros y algunas especies autóctonas de la región mediterránea. Originalmente plantado para la obtención de madera, hoy en día es un pulmón verde indispensable y un espacio recreativo para los habitantes.
Otra joya natural es el Parque Natural de los Alcornocales, que abarca gran parte de los municipios de Los Barrios, Tarifa, San Roque, Castellar y Jimena de la Frontera, entre otros municipios. Este parque es el último gran bosque de alcornoques de Europa y alberga una biodiversidad única. Los densos bosques de alcornoques, que alguna vez se extendieron por toda la región, ahora están protegidos en esta área, que actúa como refugio para muchas especies animales y vegetales.
En Los Barrios, también se encuentra el paraje de La Montera del Torero, donde la flora autóctona, como los acebuches, encinas y alcornoques, aún forma parte del paisaje natural. Este entorno natural ha resistido, en parte, las presiones de la industrialización, ofreciendo una ventana al pasado.
Zonas de Guadiaro y San Martín del Tesorillo mantienen una extraordinaria producción de cítricos. Ambas zonas, situadas en el valle del río Guadiaro, se benefician de un microclima ideal para el cultivo de naranjas, lo que ha permitido que este tipo de agricultura persista y sea relevante en la economía local.
Jimena y San Pablo de Buceite, también tienen parte de su economía orientada a la producción de cítricos y en los últimos años al aguacate, se puede ver masa forestal de esta fruta.
Sin embargo, a pesar de los impactos de la industrialización, especialmente desde mediados del siglo XX, esta ha dejado su huella en el paisaje del Campo de Gibraltar. La construcción de industrias pesadas, refinerías y complejos portuarios ha transformado muchas zonas costeras y ha afectado la flora en áreas cercanas a los núcleos urbanos e industriales. Aun así, los esfuerzos por conservar áreas naturales como las mencionadas han logrado mantener intactas zonas de gran valor ecológico.
En conclusión, a pesar de los grandes cambios impulsados por el desarrollo industrial, el Campo de Gibraltar sigue siendo hogar de importantes áreas naturales que nos recuerdan su pasado. La preservación de lugares como el Parque de los Alcornocales y el Pinar del Rey nos permite mantener viva la conexión con el entorno que, durante siglos, fue modelado tanto por la naturaleza como por la mano del hombre.
Algunos lugares del Campo de Gibraltar. Fotografías tomadas por el autor del artículo.
Esa Naturaleza que cuentas y retratas , en la que todos quieren ser profesores y nadie alumno . A pesar del mal trato secular , aun sigue ofreciendo vida a raudales . Devolvamosle , aunque solo sea el diezmo . Nos recompensará con creces , como siempre .
ResponderEliminarY que lo digas, Paco, he caminado por muchos senderos de la comarca, de norte a su y de este a oeste y siempre tengo la sensación que recibo un regalo. Quiero conservarlo.
ResponderEliminarComentario de Eduardo Gavilan WhatsApp: Maravilloso artículo aunque siempre tuve noticias de que Sierra Carboneras siempre estuvo superpoblada pero como siempre el hombre es el principal enemigo de la naturaleza.
ResponderEliminarLo que no tenía constancia de tantos datos como tú expones en tu artículo, de tantas personas de tan diferentes nacionalidades, desde turcos, romanos y demás que tanto daño hicieron por estos lares.
Cuantos historiadores escribieron no ya sobre Sierra Carboneras sino en el Campo de Gibraltar....con la riqueza que teníamos y la de atentados que ha sufrido la naturaleza.
Hoy día en el Tesorillo se están sacrificando naranjos para sembrar aguacates y todo por el dinero, con la calidad de sus naranjas.
Bueno Santiago que quieres que te diga....que una vez más me enriquezco con tu artículo...muchas gracias por estar ahí y deleitarnos con tu busca sobre nuestra historia
Gracias por el comentario, Eduardo.
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