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Salinas de Palmones: Legado Milenario en el Campo de Gibraltar

 

Salinas de Palmones: Legado Milenario en el Campo de Gibraltar

Biblioteca  Ministerio de Defensa. 1894 - Adaptada para mejor visión de la parte en concreto.

Las Salinas de Palmones, situadas en el término municipal de Los Barrios, en el Campo de Gibraltar, representan un legado histórico de gran valor, vinculado a la explotación de la sal, un recurso esencial para la economía de la región a lo largo de los siglos. Desde la época romana hasta la modernidad, estas salinas han sido testigos de un prolongado ciclo de actividad que nos habla de la importancia de la sal para las comunidades costeras del sur de la península.

El Origen Romano: Carteia y la producción de sal

El origen de las Salinas de Palmones puede remontarse a tiempos de la época romana, cuando la producción de sal desempeñaba un papel sobresaliente en la economía del Imperio. De acuerdo con el historiador Francisco María Montero, en su Historia de Gibraltar y su campo (1860), al abrir los caños de las salinas de Palmones hace pocos años se descubrieron los cimientos romanos de antiguas estructuras, lo que sugiere que esta zona ya fue explotada para la producción de sal durante la antigua Roma.

Montero relaciona estas salinas con la ciudad romana de Carteia, situada en las cercanías de la actual Guadarranque, en la desembocadura del río del mismo nombre. Durante la época romana, Carteia era un importante puerto y centro comercial que exportaba productos derivados de la pesca, como el garum (salsa de pescado fermentada) y productos de salazón. La sal de Palmones habría jugado un papel vital en estas industrias, ya que la sal era esencial para la conservación del pescado.

El legado medieval: Ignacio López de Ayala y el reinado de Fernando IV

El historiador Ignacio López de Ayala, en sus estudios sobre la historia de Gibraltar, menciona que durante el reinado de Fernando IV (1295-1312), la ciudad de Gibraltar obtuvo ciertos privilegios, entre los que se incluía el control de las almadrabas reales y el derecho a percibir el tercio de las salinas de la zona. Aunque Ayala no especifica con precisión la ubicación de estas salinas, es probable que se refiera a las de Palmones, dada la tradición salinera de la región.

Estos privilegios reflejan la importancia estratégica y económica de las salinas durante el siglo XIV, cuando la sal continuaba siendo un recurso esencial para la conservación de alimentos, especialmente en las comunidades pesqueras del Estrecho de Gibraltar. Además, este control económico sobre las salinas y las almadrabas contribuyó al crecimiento y la consolidación de la región en términos de poder e influencia durante la Edad Media.

Expansión y auge en el siglo XIX

Con la llegada del siglo XIX, las Salinas de Palmones entraron en una nueva fase de desarrollo, impulsada por el creciente interés en la producción y exportación de sal en la costa andaluza. El 25 de mayo de 1849, el Avisador de Algeciras informaba sobre un proyecto para abrir nuevas salinas entre los ríos Guadarranque y Palmones, un proyecto que daría trabajo a muchos habitantes locales.

La creación de estas salinas no fue obra del azar, sino el fruto de una iniciativa nacida en Algeciras, en un lugar tan cotidiano como el café de la Marina. Allí, un grupo de ciudadanos que frecuentaba lo que se conocía como la "mesa cuadrada", concibió y llevó a cabo el proyecto que cambiaría el futuro de la comarca. Esta idea no solo se quedó en el papel, sino que fue ampliada y ejecutada con éxito. Gracias a sus esfuerzos, no solo se establecieron las nuevas salinas, sino también proyectos que incluyeron la creación de fábricas, como la de clavos, que con el tiempo se ganó una reputación por su calidad y eficiencia. El impulso que este grupo dio a la economía local también se reflejó en la creación de rutas de transporte más eficaces, como los vapores hacia Gibraltar, que proporcionaron una mayor comodidad al público (La Nación, 9 de marzo de 1850).

La expansión de las salinas no solo proporcionó empleo, sino que también produjo una sal de altísima calidad. En 1850, la revista Agricultura publicó una reseña destacando que la sal producida en Palmones era superior en blancura y sabor a la de otras salinas más consolidadas, como las de San Fernando. Este reconocimiento cimentó la reputación de las salinas de Palmones como un centro competitivo en el sector salinero español.

Real Orden y beneficios fiscales

En 1853, las Salinas de Palmones recibieron un impulso significativo con la promulgación de una Real Orden emitida por Isabel II. Esta orden extendía a las salinas de Palmones los mismos beneficios fiscales otorgados previamente a las salinas de San Fernando, Torrevieja e Ibiza. Los barcos que cargaban sal en Palmones quedaban exentos de pagar derechos portuarios, tanto para buques españoles como franceses.

Esta medida, además de facilitar la comercialización de la sal, permitió a los propietarios de las salinas competir en igualdad de condiciones con otros centros productores de mayor tamaño. Sin este beneficio, las salinas locales habrían sufrido graves perjuicios económicos, incapaces de competir con las de otras regiones más establecidas.

El declive y la preservación del patrimonio

A pesar del auge del siglo XIX, el siglo XX trajo consigo el declive de muchas salinas tradicionales debido a la industrialización y la introducción de métodos más eficientes de producción de sal. Las Salinas de Palmones no fueron una excepción, y poco a poco su explotación se fue abandonando. Sin embargo, en las últimas décadas ha habido un creciente interés en la restauración y conservación de las salinas, tanto por su valor histórico como ecológico.

Las salinas representan ecosistemas de gran valor para las aves migratorias, que encuentran en estas áreas un lugar de descanso y alimentación. A nivel local, las Salinas de Palmones han sido objeto de estudios y propuestas de rehabilitación, no solo con fines turísticos, sino también para preservar este valioso patrimonio natural.

Conclusión

Las Salinas de Palmones han jugado un papel fundamental en la historia del Campo de Gibraltar, desde los tiempos de la antigua Roma hasta la Edad Media y el auge económico del siglo XIX. La evidencia arqueológica descubierta en la zona, junto con los escritos de historiadores como Montero y López de Ayala, nos ofrece un testimonio claro de la longevidad y la importancia de estas salinas en la región.

Las ruinas de las salinas, aunque en su mayoría en desuso, nos recuerdan siglos de actividad humana y adaptación al entorno. Es fundamental reconocer este patrimonio y considerar su potencial para el turismo y la educación, así como su papel en la identidad local.  


                                   Biblioteca Ministerio de Defensa- Adaptada para mejor visión



                                 Biblioteca Ministerio de Defensa- Adaptada para mejor visión


Además de los autores citados, he consultado el artículo de José Manuel Algarbani, así como numerosos periódicos de la época que insertan reseñas sobre el tema.




Comentarios

  1. Curioso e interesante artículo, muy apropiado como tantos otros para explicar a nuestros estudiantes. Gracias.

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  2. Tienes razón, es muy apropiado, pero lamentablemente no ocurrirá como con tantos otros. Gracias por el comentario

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  3. Paco Santos Sanchez
    Ofrecido así , sin artificios , tal cual acontece y se documenta de forma comprobable y fidedigna , ayuda a orientarse en esta selva de las redes donde cada día aparecen alimañas entre los matorrales , sin escrúpulos de ningún tipo , canibalizando cuento encuentran en los foros en detrimento de la verdad de lo que ha pasado o nos sucede en estos momentos . En las cartas náuticas , hasta hace muy poco se dibujaban los espacios dedicados a las salinas , que tanta importancia e influencia tuvieron en el mantenimiento de las almadrabas . Saladas y blancas gracias por esta nueva entrega . .

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