Batallas Infantiles: La Pedrea a lo Largo de la Historia
A lo largo de la historia, los niños han recreado en sus juegos los conflictos que observaban en el mundo adulto.
Las pedreas que recordamos en Cádiz, Madrid, Sevilla, La Línea de la Concepción, o las guerrillas entre musulmanes y cristianos en Ceuta, tienen raíces en una tradición más antigua. En la Antigua Grecia, los niños participaban en juegos como el Astrapoleti, una especie de batalla simbólica donde se lanzaban pequeños proyectiles, imitando enfrentamientos reales. En Roma, los jóvenes nobles recreaban el Lusus Troiae, una representación mítica de batallas en las que también se organizaban en grupos rivales. Estas recreaciones infantiles de la guerra, ya fueran con palos, piedras o escudos de madera, revelan una necesidad de los niños de entender y dominar el mundo a través de la simulación del conflicto.
La Pedrea: Guerrillas Infantiles a lo Largo de la Historia
En tiempos donde los juegos infantiles se vivían en la calle, sin la constante vigilancia de adultos, algunos de los pasatiempos más populares rozaban lo peligroso. Sin embargo, muchos otros eran creativos y exigían fuerza y habilidad: el rescate, las canicas, el aro y otros. Entre ellos, la pedrea o guerrillas de niños lanzándose piedras, era una actividad común y compartida en muchas ciudades de España. A lo largo de los siglos, diarios y crónicas dejaron constancia de estos enfrentamientos, que llegaron a involucrar a cientos de niños en auténticas "batallas" callejeras.
1920: La pedrea en el Campo del Sur, Cádiz
Uno de los relatos más vívidos data del 15 de septiembre de 1920, recogido en el Diario de Cádiz. A las seis y media de la tarde, un centenar de niños se congregó en el Campo del Sur, entre la catedral y la antigua plaza de toros, para participar en una formidable pedrea. Armados con palos y trapos a modo de banderas, los muchachos se lanzaban piedras con tal intensidad que llegaron a romper farolas, desatando un escándalo en la ciudad. Cuando la policía municipal intentó dispersarlos, los niños se esfumaron corriendo, dejando tras de sí las huellas de su "batalla".
1847: Madrid y las guerrillas constantes de niños
En las calles de Madrid, las pedreas eran habituales, según lo documentado por El Español. El 11 de noviembre de 1847, se registró una gran pedrea en la calle de San Eugenio. Tal fue el caos que fue necesaria la intervención de las fuerzas del cuartel más cercano para disolver las cuadrillas. Estas refriegas se repetían casi a diario, como en la Costanilla de los Desamparados, donde las pedreas hacían intransitables ciertas calles. Las autoridades se vieron obligadas a tomar medidas para controlar estos enfrentamientos infantiles.
1852: Sevilla y las divisiones de moros y cristianos
En Sevilla, las pedreas adquirían una dimensión casi épica. Según La Paz en 1852, en el barrio de la Trinidad, los niños se organizaban en cuatro divisiones: dos de "moros" y dos de "cristianos". Los "moros" se apoderaban de las murallas y desde sus almenas lanzaban piedras a los "cristianos", quienes, sin más protección que sus cuerpos, sostenían la refriega en campo abierto. Esta representación teatralizada de conflictos históricos era una muestra de cómo la pedrea no solo era una guerrilla, sino una recreación de los relatos que escuchaban de los adultos.
1953: La Línea de la Concepción y las bandas
Versiones orales nos relatan que este tipo de enfrentamientos también se producían en La Línea entre barrios. Los niños del centro se enfrentaban a los de la Banqueta; la barriada de María Guerrero, próximos a "Casa de los Chinitos", a los de la zona de la Atunara. Los grupos, que a veces alcanzaban los 60 niños, usaban tirachinas y otros elementos, y las luchas se producían casi a diario. Las dunas de la zona fueron testigos de incontables enfrentamientos infantiles.
1960: Ceuta y las guerrillas de musulmanes y cristianos
Incluso en tiempos más recientes, en 1960, la pedrea seguía siendo parte de la infancia en Ceuta. En la barriada del Príncipe, los niños se dividían en bandos de musulmanes y cristianos para librar sus propias "batallas". Estas guerrillas tenían lugar en canteras y zonas de eucaliptos de la barriada del Principe Alfonso, y a veces involucraban a un centenar de niños. La dinámica de bandos continuaba, mostrando cómo la pedrea no solo era lanzar piedras, sino también una forma de organización y recreación de conflictos escuchados de los mayores.
Más que un juego violento: la pedrea como ritual infantil
Estas historias, aunque parezcan retratar un juego peligroso, revelan mucho sobre la vida infantil del pasado. La pedrea era un ritual de camaradería y rivalidad, y una forma de demostrar valentía. Los niños se organizaban, elegían líderes, establecían reglas no escritas y resolvían sus conflictos a través de la pedrea. Aunque a menudo era cruda, en la mayoría de los casos no buscaba la violencia como fin, sino más bien como un ejercicio de destreza, resistencia y estrategia.
Reflexión final: del caos al recuerdo
A medida que las ciudades crecieron y la modernización avanzó, la pedrea fue desapareciendo de las calles. Las preocupaciones por la seguridad y el cambio en las costumbres relegaron estos juegos al pasado. Hoy, la idea de guerrillas de piedras entre niños puede parecer temeraria, pero quienes participaron en ellas suelen recordarlas con nostalgia.
La pedrea, en su esencia, fue más que un juego peligroso. Era una forma en la que los niños aprendían a relacionarse, a enfrentarse a desafíos y a forjar amistades duraderas. Las piedras voladoras se han convertido en recuerdos, pero el espíritu de competencia y juego sigue presente, solo que hoy se expresa en combates virtuales, donde las armas son píxeles y los bandos, equipos conectados por internet. Curiosamente, muchos de estos enfrentamientos virtuales siguen respetando la hora tradicional: las seis de la tarde.
Estos dos días he rememorado partes de mi pasado, pero también el de otras generaciones, estoy convencido que al compartir mis recuerdos, tendrá efectos beneficiosos para los lectores.
Para explicar el origen de la palabra rival , se remontan los filólogos al latin , rivalis , definiendola como "persona que bebe del mismo arroyo que otro " , añado que cada uno desde su orilla piensa , mientras sacian su sed , que no habrá suficiente para los dos y que de ahí surja una de las motivaciones para los enfrentamientos por las aguas y las tierras . La infancia , en un mundo donde se pueden expresar jugando libremente , pueden llegar a la situación de la fotografia del 36 del Maestro Centelles donde se puede ver a un grupo frente a otro de infantes simulando un fusilamiento . Siendo el autor de la misma el fotógrafo catalán citado , dudo que sea un montaje . La wiki ofrece información sobre RIVALIDAD que me parece un buen complemento a esta nueva entrega de ALC , llena de matices históricos sobre el comportamiento infantil a lo largo de los últimos tiempos . Te quedo agradecido por tu nuevo aporte.
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