El Olvido Injusto: Historias que Merecen Ser Recordadas
La guerra, en cualquier época y lugar, ha generado una vasta literatura que abarca desde relatos heroicos hasta historias que prefieren ser olvidadas. Cada conflicto deja huellas profundas en la historia, revelando episodios notables tanto de grupos como de individuos. Uno de los aspectos más fascinantes de estos relatos se centra en las diversas unidades militares que han compuesto los ejércitos en combate. Algunas de estas unidades se encuentran en primera línea de fuego, mientras que otras operan en segundo plano, pero todas cumplen con misiones cruciales que sostienen la vanguardia.
En nuestros escritos, hemos rescatado algunas de estas hazañas: desde el legendario Batallón Sagrado de Tebas hasta la resistencia en el Paso de las Termópilas. También hemos abordado historias de individuos extraordinarios como Louie Zamperini, y en un ámbito más local, la valentía de soldados de La Línea de la Concepción, como Joaquín Ríos Morito y Alonso Felipe Sánchez, héroes en la contienda del norte de África durante el Desastre de Annual. Ambos condecorados, sus nombres parecen haber caído en el olvido en una ciudad más preocupada por sus propios homenajes que por el reconocimiento real y auténtico de sus benefactores. Tanto es así que, quizá sigamos con la duda si la calle Joaquín Ruiz Morito, que muchos ciudadanos atribuyen al soldado, sea realmente en honor a Joaquín Ríos Morito, un punto que intentamos esclarecer, pero debido a los inconvenientes, abandonamos nuestra iniciativa a mitad de camino.
Hoy quiero hablarte del Batallón Six Triple Eight, también conocido como el 6888th Central Postal Directory Battalion. Esta unidad militar fue única y pionera en el Ejército de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, siendo la única compuesta enteramente por mujeres afroamericanas que sirvió en el extranjero durante el conflicto.
Durante la guerra, el ejército estadounidense enfrentó enormes desafíos logísticos, entre ellos, la acumulación masiva de correo dirigido a los soldados desplegados en Europa. El retraso en la entrega de este correo afectaba la moral de las tropas, pues las cartas de casa eran un vínculo emocional crucial. Ante este problema, se decidió formar una unidad especial para manejar la enorme carga de correspondencia atrasada.
El 6888th Central Postal Directory Battalion estaba compuesto por unas 855 mujeres afroamericanas, seleccionadas y entrenadas específicamente para resolver el problema del correo atrasado. Su misión principal era clasificar y distribuir millones de piezas de correo acumuladas en almacenes en Inglaterra y Francia. Estas mujeres trabajaron en condiciones extremadamente difíciles, en almacenes fríos, mal iluminados y abarrotados de correo. A pesar de las adversidades, el batallón logró organizar y distribuir el correo con una eficiencia asombrosa. En Birmingham, Inglaterra, se les asignó la tarea de procesar un retraso de más de dos años, que ascendía a 17 millones de cartas y paquetes. Lo que estaba previsto para seis meses, lo completaron en solo tres.
El trabajo del Six Triple Eight fue esencial no solo para el esfuerzo bélico, sino también para mejorar la moral de las tropas estadounidenses en Europa. A pesar de su desempeño excepcional, las contribuciones del batallón fueron ignoradas durante décadas debido al racismo y el sexismo de la época.
Solo en años recientes, el 6888th ha comenzado a recibir el reconocimiento que merece. En 2022, el Congreso de los Estados Unidos otorgó a las mujeres del Batallón Six Triple Eight la Medalla de Oro del Congreso, uno de los más altos honores civiles del país. Esta distinción es un testimonio de su valor, dedicación y del impacto duradero de su trabajo.
El legado del Batallón Six Triple Eight trasciende su éxito logístico; representa un importante capítulo en la lucha por la igualdad racial y de género en las fuerzas armadas estadounidenses. Estas mujeres demostraron que, a pesar de las barreras sociales y raciales, podían cumplir con su deber al más alto nivel y abrir el camino para futuras generaciones de mujeres en el ejército.
Maravillosamente eficaz el equipo que formaron estas mujeres de origen afroamericano . Calificando su olvido de injusto , me haces recordar aquella letra de bolero "...la distancia es el olvido" . Aún más lo empeoramos si somos nosotros quienes establecemos ese alejamiento de esas damas que tan cerca , moral y humanamente , estuvieron de los afectados por ese enorme retraso epistolar . En las guerras actuales , espero que se de esta falta de comunicación entre las personas afectadas . Procuremos tener siempre presentes a quienes hacen los enfrentamientos bélicos más soportables , humanizándolos con su labor .
ResponderEliminarProcuremos tener siempre presentes a...todas aquellas personas que la "suciedad" actual, y sus políticos, olvidan si no hay "foto"....
ResponderEliminarBonito comentario. Gracias. En nuestro país también hemos tenido hazañas dignas de ser recordadas. Incluso a nivel local, pero ahí está el hecho que dice bastante.
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