1704: El verdadero origen de La Línea
Introducción
Cuando se apaguen estas palabras, el
silencio cubrirá el entorno.
No habrá estruendosas ovaciones,
ni miradas de complicidad, ni gestos afirmativos de acierto; tampoco
estrecheces de manos, ni abrazos sonoros. No surgirán comentarios ni
será tema compartido y publicado por otros. Una vez más, se leerá
sin dejar constancia, como si un ejército de fantasmas quisiera
detener los contadores de la memoria.
Y, sin embargo, me mantendré firme. Porque aprendí a tragar la impotencia, a reprimir algún sentimiento, con tal de reivindicar y homenajear —quizá en soledad, pero no ajeno— a los 9.000 hombres que acudieron, a los gibraltareños que se sumaron, a los pescadores que querían faenar para alimentar a las tropas, a los modestos ganaderos y agricultores que cultivaban aquellas escasas huertas, a los vivanderos y asentistas que, con esfuerzo y dinero, levantaron el muro de contravalación y acercaron al bloqueo alimentos y pertrechos.
A todos ellos, y también a los
españoles que mantenían viva la esperanza de una recuperación
justa y cercana.
La historia no puede contarse de cualquier
forma, ni diluirse en generalidades.
Por eso hoy celebro el nacimiento de La Línea, en aquellos días de septiembre y octubre de 1704, cuando el ejército español levantó su primer campamento permanente frente al istmo de Gibraltar: el auténtico germen de la ciudad que hoy es.
Han pasado ya 321 años desde aquel septiembre-octubre de 1704, y hoy, en 2025, nos reunimos para recordar que en aquellas jornadas comenzó realmente la historia de La Línea de la Concepción.
Desarrollo histórico
La llegada de Villadarias
El 4 de agosto de 1704 se pierde
Gibraltar y se abre una herida colectiva. Felipe V ordena al marqués
de Villadarias el contraataque.
El 19 de agosto
la Gazeta de Madrid da cuenta de su presencia:
“El Marqué de Villadarias fe hallava en las vezindades de Gibraltar efperando la gente, que con noble, y Efpañola fidelidad fe le va agregando de todas partes”.
Es evidente que ya en esas fechas el capitán general de Andalucía estaba en la zona, organizando su Estado Mayor, oficiales y unidades de apoyo.
Entre el 19 de agosto y los primeros días de septiembre, Villadarias se dedicó a:
Valorar la situación defensiva de la plaza.
Organizar recursos, tácticas y estrategia.
Tramitar órdenes urgentes para el envío de tropas.
Primeras noticias de tropas
El 24 de agosto, Jorge de Hesse informa que ha visto llegar fuerzas de Extremadura y Granada, además de tres tercios (el de la costa, el de morados y otro más), que en conjunto no pasaban de 500 hombres. Al mismo tiempo, los españoles organizaban la población local para cortar toda comunicación con el país.
Hesse añade que los españoles contaban con dos regimientos de caballería de 300 caballos cada uno y tres de infantería con unos 500 hombres en total, cuyo objetivo era aislar Gibraltar. (Kuenzel, Das Leben und der Briefwechsel des Landgrafen Georg von Hesse-Darmstadt, 1859).
El inicio del asedio
A comienzos de septiembre, Georg reconoce que el ataque español había superado las expectativas, pues “no tenían ni tropas suficientes, ni herramientas, ni preparación para un asedio”. Aun así, se logró establecer control en la zona.
Las cartas cruzadas entre el 3 y 4 de septiembre de 1704 entre Villadarias y el Landgrave confirman que ambos estaban ya frente a frente en el campo de Gibraltar.
Villadarias escribe desde el Campo de Gibraltar el 3 de septiembre, detallando los prisioneros y canjes.
Georg responde el 4 de septiembre desde Gibraltar, confirmando la inmediatez del intercambio.
La rapidez de la correspondencia muestra que el cuartel general español estaba ya establecido en el istmo, con el marqués al mando.
Octubre: consolidación del asedio
Durante septiembre y octubre se siguieron incorporando tropas y materiales. El caballero Renaut (citado por Calat) señalaba que el asedio no quedó completamente formado hasta el 1 de octubre, debido a la dificultad de obtener madera para facinas.
La Gazeta de Madrid da testimonio de los momentos clave:
21 de octubre: inicio de los trabajos de ataque, alcanzando 400 toesas de trinchera.
26 de octubre: apertura del fuego de la artillería.
El asedio se prolongó hasta el 19 de marzo de 1705, cuando el mariscal de Tessé propuso el levantamiento. Sin embargo, se dejó un destacamento permanente para mantener el bloqueo, lo que asegura la continuidad de la presencia militar.
La continuidad en el istmo
La presencia no se disolvió tras el primer asedio. Testimonios como el del Padre Labat en 1705 describen un campamento estable con miles de soldados, caballería, redoubts y trincheras.
Las actas capitulares de San Roque confirman esa continuidad:
1706-1709: provisión de pasto, paja y trigo para las tropas.
1711: el cabildo denuncia escasez de pescado “en notable perjuicio de las tropas de este bloqueo como de los moradores de este dicho Campo”.
1713-1714: se mencionan destacamentos de caballería en Guadalquitón y solicitudes de trigo para el pan de la tropa.
Estos documentos prueban que la infraestructura militar y civil se mantuvo durante años para sostener el bloqueo.
Posteriormente:
1727: nuevo sitio de Gibraltar.
1730s: construcción de la Línea de Contravalación, financiada en parte por asentistas y vivanderos.
1779-1783: el Gran Asedio reafirma la importancia estratégica del istmo.
Tras la paz de 1783, emergen barracas y chozas próximas a la contravalación, germen directo de un núcleo poblacional que con el tiempo desembocará en la ciudad.
Cierre: nacimiento de La Línea
Todo ello nos lleva a una conclusión
clara:
La Línea no surgió de la nada en 1870. Su nacimiento
verdadero está en 1704, cuando las tropas de Villadarias se
establecieron frente a Gibraltar, cuando los gibraltareños
expulsados se unieron a la causa, cuando pescadores, labradores y
vivanderos sostuvieron el bloqueo.
Lo que nació entonces no era aún una
ciudad, sino un espacio humano y militar organizado,
con vida propia, continuidad y sentido estratégico. Ese fue el
germen.
Con el tiempo, esa semilla se convirtió en el poblado
y, más tarde, en el municipio.
Por eso hoy, al recordar 1704, no evocamos solo un sitio militar: celebramos el nacimiento de La Línea de la Concepción, la raíz histórica de lo que es.
Artículo publicado el 28 de septiembre de 2025
Autor: Santiago Chippirraz Rodicio

Este escrito lo he investigado y redactado pensando en esos pocos amigos que desean conocer más allá de las versiones habituales. Solo con ese fin. Porque ha llegado la hora de decirlo claramente: el nacimiento se celebra en la cuna, no con los primeros zapatos. Y La Línea también tiene su verdadera cuna: 1704. Con los mejores deseos, que os pueda servir.
ResponderEliminar¡Vaya trabajo! Santi, está muy bien planteado y argumentado.
ResponderEliminarGracias. Ha costado esclarecer algunos detalles que, alegremente han ido pasando de un papel a otro. Ahora está basado en publicaciones oficiales y registros oculares.
EliminarExcelentes documentos los que expones Santiago, me gusta mucho leerte
ResponderEliminarGracias Antonio, por expresarlo. Para que negarlo, algunos son muy relevantes, y, van muchos.
Eliminar[14:22, 28/9/2025] Pepe Pozo:
ResponderEliminarSanti, enhorabuena por el gran trabajo trabajo que has realizado y el gran libro que has hecho.
Hoy más que nunca, nos sentimos orgullosos de ser de la BARRIADA DEL PRÍNCIPE. Has realzado los valores humanos de nuestras familias , nuestras gentes .
Te deseo los mayores éxitos, y el reconocimiento a tú trabajo de todos tus amigos y no "amigos".
Estoy leyendo Campo de Gibraltar. Y me está gustando mucho. Igual que ,El verdadero Origen de La Linea 1704. Estoy seguro que todos te reconocerán el gran trabajo que has hecho y te felicitarán. Un fuerte abrazo y "palante " como los de Alicante!!
[14:26, 28/9/2025] Pepe Pozo: Perdona que te moleste. Me lo puedes publicar. Soy tan torpe para las nuevas tecnologías...
Querido amigo Pepe:
ResponderEliminarMe siento muy recompensado con tus palabras. Son maravillosas, dignas de aquel niño que levantaba la mano y el cuerpo cuando Don Pablo planteaba una pregunta: aquel niño que sabía, y gozaba con saber más.
Han pasado muchos años desde aquel recuerdo, de tu primera mesa en la parte izquierda. Parece que te veo. Sin embargo, no me causa tristeza, sino alegría, porque representas todo lo que he tratado de simbolizar en esas notas, escritas más con el corazón que con acierto.
Hoy lo vuelves a demostrar: no solo lees lo que te relaciona directamente, sino también lo ajeno, lo distante. Porque, a pesar de los años, sigues siendo aquel niño que siempre fuiste y porque, quizá, quieres estar cerca y acompañar a uno de tus amigos.
Hoy no es lo que se lleva; incluso se presume de la ignorancia. Hoy, amigo Pepe —lo sabrás—, se asocian ideas dispares para ir en contra de la razón, de la historia y hasta de la verdad. Un fuerte abrazo. Ah, yo también soy un negado para una evolución tan rápida, a pesar que traté hacer años con ese mundo.
[19:25, 28/9/2025] Carmen Lavado: Esto es estar bien documentado, se nace desde la cuna. Me ha encantado leerte, como siempre. Y sigo aprendiendo .
ResponderEliminar[23:18, 28/9/2025] Carmen Lavado: Nacimos mucho antes, pero nos pusieron los zapatos mucho después
No se te escapó nada, tu comentario es muy preciso. Es algo realmente extraño y sin explicación. Normalmente se busca la raíz para establecer una base clara de partida. Aquí, en cambio, se olvidan 166 años, para comenzar desde un determinado momento.
EliminarComo siempre Santiago dando lecciones sobre nuestro origen y no creas que caen en saco roto... pués somos muchos los linenses interesados en saber de esa historia no antes conocida y no se si por desconocimiento o por vaguedad de los historiadores.
ResponderEliminarNunca jamás había oído ni leído los apuntes que tú nos ofrece y ya tengo unos añitos.
Muchas gracias y mi enhorabuena por dedicarle tanto tiempo a investigar el origen de mi ciudad y me consta que has tenido que escarbar mucho en ficheros libros y demás...un fuerte abrazo amigo
Es cierto, conozco a personas muy interesadas en descubrir aspectos históricos y de otra índole de su ciudad. En esa dirección, siempre será un placer aportar algo novedoso y veraz. Respecto a los apuntes, tienes razón: son fruto de muchas horas, visitas y esfuerzo. Pero tengo mi recompensa, la que espero: veo un solar donde muchos se empeñan en tapar el sol con la mano, sin darse cuenta de que solo logran hacerse sombra a sí mismos, cegando sus ojos y su conocimiento… mientras unos pocos aplauden.
ResponderEliminar[9:42, 1/10/2025] Eduardo Imprenta: Buenos días Eduardo,
ResponderEliminarHe necesitado algo de tiempo para leer el origen de La Línea pero ha valido la pena, muy interesante.
Gracias por enviármelo y que tengas un feliz día.
[9:43, 1/10/2025] esto me pone un amigo mío de La Línea en Madrid
Gracias Eduardo, por compartirlo y por tu entusiasmo. Reconozco que este escrito ha trascendido más de lo que esperaba. No sospeché el enorme número de personas que lo leerían, además de mostrar sus simpatías. Sí ha servido para una provocar una reflexión, bienvenido sea. Gracias, nuevamente.
EliminarEstá muy bien explicado. Me gusta leerte. Muchas gracias.
ResponderEliminarPaco Santos Sanchez
ResponderEliminarNecesitamos más " 1704 " para entender nuestro pasado , ese del que muchos han cortipegado a su antojo , conformes con lo que les ha ido llegando , sin pestañear , sin aplicar una mirada libre , sin errores o prejuicios . Pido desde aquí una sentada de los investigadores en torno a una mesa donde se pongan de acuerdo, de una vez , o de dos o de las que crean oportunas . Queda tela por cortar , y usted , Santiago es de los que maneja unas buenas tijeras , cortantes y precisas. No me hagáis la espera demasiada larga , por favor . Una vez más, y seguro que no la última, gracias amigo Chippi .
Muchas gracias por tus palabras y por esa mirada tan lúcida. Coincido contigo: aún queda mucho por revisar y dialogar para entender bien nuestro pasado.
EliminarSería deseable que el interés por nuestra historia —y por los documentos que la sustentan— no dependiera solo de los cauces formales, sino también de la curiosidad y la iniciativa de quienes la estudian desde distintos ámbitos.
Al fin y al cabo, el conocimiento de lo que fuimos pertenece a todos, y toda aportación sincera y documentada debería ser motivo de encuentro, no de silencio.
Maravilloso!! Para todos los niveles. Me encanta una reivindicación tan sensata. Ánimo, sigue.
ResponderEliminarDigerir esto no es fácil y aplicarlo peor. Aunque cuando termine la juerga habrá que pensar en algo. Mi aplauso y estima personal e histórica.
ResponderEliminar