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De Encuadernador a Profesor de Química: La Historia de Michael Faraday

 

De Encuadernador a Profesor de Química: La Historia de Michael Faraday




Michael Faraday, nacido el 22 de septiembre de 1791, creció en el seno de una familia humilde. Su padre, un herrero de profesión, vivía con su esposa y sus diez hijos en Newington Butts, un pequeño pueblo rural que hoy forma parte de Londres, pero que en aquel entonces se encontraba en sus afueras. Cuando Faraday aún era un niño, su familia se trasladó a la capital británica en busca de mejores oportunidades, un cambio que marcaría el inicio de un destino excepcional para el joven Michael.

Desde temprana edad, Faraday tuvo que contribuir al sustento familiar. A los 14 años, consiguió trabajo como aprendiz en un taller de encuadernación en Londres. Aunque inicialmente su labor consistía en trabajar en las portadas de los libros, su curiosidad lo llevó a explorar el contenido de los textos que encuadernaba. Su interés por el conocimiento creció, especialmente en los campos de la ciencia y la electricidad. Fue entonces cuando su patrón, notando su pasión por la lectura, lo alentó a seguir explorando los libros y a asistir a conferencias científicas.

Las conferencias que más impactaron a Faraday fueron las de Sir Humphry Davy, un renombrado químico que impartía charlas en la Royal Institution de Londres. Faraday asistía a estas conferencias con entusiasmo, tomando detalladas notas que luego enriquecía con diagramas y observaciones propias. Inspirado por lo que aprendía, Faraday decidió enviarle a Davy una copia de sus notas, acompañada de una carta en la que le pedía trabajo como asistente. Davy, impresionado por el talento y la dedicación de Faraday, le ofreció un puesto en la Royal Institution. Aunque el salario era menor que el que recibía como encuadernador, Faraday aceptó con gusto. Tenía apenas 22 años cuando comenzó a trabajar como asistente de Davy, iniciando así una carrera que cambiaría el rumbo de la ciencia.

Humphry Davy era conocido por sus importantes descubrimientos en química, incluidos varios nuevos elementos, y por inventos como la lámpara de seguridad para mineros. Pero a menudo se dice que su mayor descubrimiento fue Michael Faraday. Bajo la tutela de Davy, Faraday no solo aprendió los fundamentos de la química, sino que también desarrolló una profunda pasión por la experimentación y la investigación científica. Cuando Davy falleció en 1829, Faraday lo sucedió en la Royal Institution, y en 1833 fue nombrado profesor de química, consolidándose como uno de los científicos más influyentes de su época.

Faraday se sentía particularmente fascinado por los imanes, con los que realizaba constantes experimentos. Su observación de cómo las limaduras de hierro se alineaban en presencia de un imán lo llevó a postular la existencia de "campos de fuerza" invisibles. Este concepto fue fundamental para su investigación sobre la relación entre la electricidad y el magnetismo. Después de muchos intentos, Faraday descubrió el fenómeno de la inducción electromagnética, es decir, la generación de una corriente eléctrica a partir de un campo magnético en movimiento.

Poco tiempo después, Faraday logró producir de manera práctica una corriente continua utilizando un generador rudimentario. Este consistía en una delgada rueda de cobre que giraba entre los polos de un potente imán, cortando constantemente las líneas de fuerza magnética y generando así una corriente eléctrica continua. Con este invento, Faraday creó el primer generador eléctrico, estableciendo las bases para la producción de electricidad que hoy es fundamental en nuestras vidas.

A lo largo de su carrera, Faraday realizó contribuciones fundamentales en varias áreas de la ciencia, especialmente en el campo de la física. Sus descubrimientos sobre la inducción electromagnética y sus invenciones, como el generador y el transformador, transformaron el mundo. Al momento de su muerte, el 25 de agosto de 1867, no había duda de que Faraday era uno de los científicos más influyentes de su tiempo, y su legado sigue siendo vital para la ciencia moderna.

Una anécdota popular ilustra el impacto de Faraday. Durante una conferencia en Londres, Faraday demostró cómo al introducir una barra magnética en una bobina de cable conectada a un galvanómetro, se generaba una corriente eléctrica momentánea. Después de la conferencia, una dama se acercó y le preguntó: "Pero, señor Faraday, ¿para qué sirve esa electricidad que solo dura una fracción de segundo?". Faraday, con su característica visión, respondió: "Señora, ¿y para qué sirve un niño recién nacido?". Otra versión de la historia dice que fue un político quien hizo la pregunta, y Faraday contestó: "Señor, dentro de veinte años estará usted cobrando impuestos sobre esa electricidad". Esta respuesta, ya sea dirigida a una dama o a un político, capturó la esencia de la ciencia: una investigación que en su momento parecía tener poco potencial se convirtió en uno de los descubrimientos más importantes del futuro, transformando profundamente el mundo tal como lo conocemos hoy.

Para este artículo he seguido principalmente las obras de Isaac Asimov.

Los químicos ingleses Michael Faraday (derecha) y John Daniell (izquierda), reconocidos como los fundadores de la electroquímica actual.





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