150 años tras una estabilidad económica
| CHIPPI | 
José Luis Moreno
La Línea de la Concepción tras su fundación como ciudad en 1870, disfrutó durante 24 años de una estabilidad económica bastante importante que la encaminaba a ocupar un lugar destacado en la parcela industrial de Andalucía. Sobre aquella realidad en positivo le llovió, por cuestiones de Estado, el Real Decreto Ley del 23 de octubre de 1894 que marcaba la Ordenanza de Aduanas y condenó a la Ciudad fronteriza a una oscura penuria.
Empresarios, políticos y sociedad civil, alzaron sus voces pero nadie en el Reino quiso ponerle oído a la voz de un pueblo, Pasaron los años y la Ciudad se fue vaciando tanto en lo económico como en densidad de población. El 30 de junio de 1922, se consigue por fin que el Congreso de los Diputados analizara la dramática situación económica del municipio; el debate se centró en la necesidad de abolir el Real Decreto de 1894 o envolver a la Ciudad bajo un régimen de Zona Franca.
Expuestos en el hemiciclo los razonamientos centrados en la vida económica de un pueblo que pedía auxilio, los señores diputados votaron negativamente las propuestas y la poca luz que alumbraba la esperanza de todo un pueblo se apagó. Las fábricas se fueron para no volver, la importante producción agrícola bajó considerablemente, miles de puestos de trabajo se esfumaron y las cuentas municipales se debilitaron.
El proyecto de Ciudad de 1.870 se marchitó y todo cambió. De ser un municipio industrial en alza, se fue convirtiendo en una Ciudad de servicios, de bares, cabaret, salas de cines y espectáculos y a depender en lo económico de la vecina ciudad de Gibraltar. Tras años sin proyecto de ciudad y con el rumbo perdido, llegaron los Planes de Desarrollo del Campo de Gibraltar y la noticia en 1.969 del cierre de la Verja. Con aquellas inversiones públicas, la Ciudad en parte se modernizó y se abrieron esperanzas nuevas. Todos aquellos acontecimientos solo le ofrecieron un soplo de estabilidad, puestos de trabajo para una parte de su juventud, pero a la vez supusieron más gastos que ingresos en su presupuesto municipal.
Con la apertura de la Verja en 1.982, solo se alcanzó, aparte del importante gesto humano por el reencuentro, que la Ciudad dependiera en puestos de trabajo de Gibraltar y que el presupuesto municipal aumentara más en sus gastos con relación a los ingresos, provocando que los servicios municipales no estuvieran a la altura de la nueva realidad. Le llegaron desde Sevilla y Madrid algunas inversiones y una cascada de promesas que quedaron en papel mojado. En cuanto a la población, el municipio siempre ha padecido de una importante población flotante que se ha beneficiado de los servicios municipales, pero que no han contribuido, ni antes ni ahora, con sus aportaciones mediante impuestos o tasas.
En este año que se cumple 150 aniversario de su fundación, hay sobre la mesa una propuesta de reconversión del municipio en Ciudad Autónoma. Aseguran que con ese modelo territorial, permitirá una mayor autonomía fiscal para potenciar la llegada de empresas que ofrezcan puestos de trabajos y mayores ingresos en las arcas municipales. El tiempo dirá si las cuestiones de Estado le pone trabas, o por fin la ciudad encuentre la estabilidad económica y social tanto deseada.
Año 2021 “El Cultural de La Línea”, revista número 2.
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