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El Último Vuelo del USS Macon: Historia de un Dirigible Legendario

 

El Último Vuelo del USS Macon: Historia de un Dirigible Legendario

Cortesía de Wikimedia Commons

Introducción

Desde que el hombre puso los pies en la tierra, miró con fascinación a las aves que surcaban el cielo, soñando con elevarse y contemplar el mundo desde las alturas. Este anhelo, símbolo de libertad y aventura, acompañó a la humanidad durante milenios hasta convertirse en un objetivo tangible. En 1709, el sacerdote portugués Bartolomeu de Gusmão realizó un experimento pionero que marcó un hito en la historia de la aviación, abriendo camino a lo que sería, décadas después, el primer vuelo de un globo aerostático en 1783. Estos momentos no solo hicieron realidad el antiguo sueño de volar, sino que también revolucionaron nuestra forma de ver y conquistar el cielo.

Dentro de esta evolución, hasta llegar a orbitar otros planetas, los dirigibles representaron un capítulo fascinante y, a menudo, trágico de esta historia del vuelo. Entre ellos, el USS Macon (ZRS-5) ocupa un lugar especial como la aeronave más grande jamás construida en los Estados Unidos. Diseñado por un equipo liderado por el ingeniero alemán Karl Arnstein, en colaboración con técnicos estadounidenses, el Macon y su nave gemela, el USS Akron, fueron hitos tecnológicos encargados por la Armada de los Estados Unidos para misiones de reconocimiento estratégico.

Hechos

El USS Macon, diseñado en 1928 y operativo desde 1933, fue concebido para realizar misiones de reconocimiento ocultándose de las fuerzas enemigas gracias a su capacidad de vuelo a gran altura. Sin embargo, en 1935, durante una misión, el dirigible no pudo sortear una tormenta en las costas del sur de California. Tras luchar durante 24 horas, sufrió daños irreparables y se hundió en el océano. A pesar del desastre, la mayor parte de la tripulación logró salvarse.

El Macon era una obra de ingeniería innovadora que permitía transportar hasta cinco aviones, como los Curtiss F9C Sparrowhawk, almacenados en bahías internas y lanzados al aire mediante un ingenioso sistema de trapecios. Sin embargo, ni las mejoras aplicadas tras el accidente de su nave gemela, el Akron, que cayó al mar en 1933, pudieron evitar su trágico desenlace. Entre esas mejoras se incluían refuerzos estructurales y un diseño más ligero, con menos compartimentos para la tripulación.

Cortesía de Wikimedia Commons- El Macon en un vuelo sobre Moffett Field


 Características

El USS Macon era una de las aeronaves más impresionantes de su tiempo. Con 260 metros de longitud, era más largo que el Graf Zeppelin y tenía un diámetro máximo de 45 metros, superando los 33 metros de su contraparte alemana. Su volumen interno alcanzaba los 6,5 millones de pies cúbicos de helio, un gas no inflamable que lo hacía más seguro que los dirigibles de hidrógeno.

Equipado con ocho motores de 560 caballos de fuerza cada uno, el Macon alcanzaba una velocidad máxima de 135 kilómetros por hora y un radio de acción de 17,000 kilómetros, lo que lo hacía ideal para operaciones de largo alcance. Su estructura, construida completamente en aluminio, estaba formada por diez millones de piezas ensambladas con 6,5 millones de remaches. Vacío, pesaba 110 toneladas.

El dirigible también ostentaba logros destacados, como su vuelo transcontinental en abril de 1934, cuando recorrió la distancia entre Sunnyvale, California, y Miami, Florida, en tan solo 48 horas.

Cortesía de Wikimedia Commons- Construcción del Macon


El Accidente del USS Macon

El 12 de febrero de 1935, el USS Macon partió del aeropuerto cerca de San Francisco con destino a unirse a treinta unidades de la Marina para participar en las operaciones de la Semana de Defensa Nacional. Sin embargo, esa misma noche, la aeronave sufrió un accidente que conmocionó a los Estados Unidos y al mundo.

La mañana del 13 de febrero, las agencias internacionales difundieron los primeros detalles del desastre. Entre las víctimas, se encontraba el jefe del servicio de radio, E.A. L’Ailey, quien se lanzó desde la nave a 125 pies sobre el nivel del mar, pero cayó de espaldas al agua y se ahogó. Otro tripulante, de apellido Adquiba, fue visto en el interior del dirigible cuando el depósito de combustible número 9 explotó.

En el aeropuerto de Sunnyvale, familiares de los tripulantes esperaban ansiosamente noticias. Cuando se confirmó que la mayoría de los hombres habían sobrevivido, muchas mujeres se arrodillaron en agradecimiento, orando y cantando himnos religiosos.

El comandante del USS Macon, Herbert Wiley, describió los momentos críticos en una entrevista tras el accidente. Según Wiley, todo comenzó con un choque repentino, seguido de un ruido en la zona del ascensor. El dirigible comenzó a inclinarse, primero la proa y luego la popa. Pronto se confirmó que la envoltura de gas número uno había reventado. En un esfuerzo por estabilizar la nave, se liberaron tanques de lastre y de combustible de reserva, mientras se soltaba gas de las envolturas delanteras. Sin embargo, el ángulo de inclinación alcanzó 25 grados, y el dirigible ascendió rápidamente.

A una altitud de 4,600 metros, Wiley sospechó que la estructura sobre la envoltura de gas número uno estaba dañada. Pese a todos los esfuerzos, el dirigible comenzó a descender a una velocidad de 300 pies por minuto. A mil pies, con un ángulo de inclinación reducido a 10 grados, Wiley dio la orden de preparar el abandono. Tres minutos después de enviar un mensaje de socorro, la popa del Macon chocó con el agua. Wiley ordenó a todos lanzarse al mar, donde los salvavidas previamente preparados ayudaron a salvar muchas vidas.

La estructura del dirigible, sin embargo, no resistió el impacto. La acción del mar destrozó la armazón. Afortunadamente, veinte oficiales y sesenta y un hombres fueron rescatados por los cruceros Richmond y Cincinnati, lo que evitó que el desastre cobrara un mayor número de vidas.

Cortesía de Wikimedia Commons-El emblema aéreo estadounidense anterior a 1941 todavía visible en el fuselaje sumergido de uno de los aeroplanos del Macon

Nota final

El comandante Herbert Wiley, uno de los tres sobrevivientes del accidente aéreo del USS Akron en 1933, demostró una vez más su temple y liderazgo durante el incidente del USS Macon. Su destacada carrera continuó con su ascenso a capitán del acorazado West Virginia durante los últimos dos años de la Segunda Guerra Mundial, y culminó con su retiro de la Marina en 1947 con el rango de almirante.

El lugar del accidente del USS Macon quedó marcado en la historia y fue incorporado al Registro Nacional de Lugares Históricos de los Estados Unidos el 29 de enero de 2010. Ubicado dentro del Santuario Marino Nacional de la Bahía de Monterrey, los restos del dirigible descansan a una profundidad de 457 metros, inaccesibles para los buceadores. En los registros oficiales, el lugar se encuentra consignado como "Los Restos del USS Macon", preservando así la memoria de este hito trágico en la historia de la aviación.

Fuentes consultadas

- The New York Times, edición del 13 de febrero de 1935. (Titular y resumen)

- San Francisco Chronicle, cobertura del accidente del USS Macon.

- Madrid Científico n.º 1372

- El Faro de Ceuta

- La Época n.º 29655

- El Financiero Madrid n.º 1766

. Ingeniería y Construcción n.º 146

- Ahora Madrid 13/02/1935

- Diario de Madrid 13/02/1935

- El Liberal de Madrid 13/02/1935

- La Libertad de Madrid 13/02/1935

- La Nación 13/02/1935

- El Siglo futuro 13/02/1935

- El Sol 13/02/1935

. La Voz 13/02/1935

- Diario de Madrid 13/02/1935

Biblioteca Nacional de España




Biblioteca Nacional de España

Comentarios

  1. Esta mañana he hablado con Gaspar Martín de este artículo, y me ha contado que siendo niño, junto a otros, corrían para ver de pasar por el Estrecho algunos dirigibles. Voy a indagar el asunto, por si existiera alguna imagen.

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  2. Interesante publicación la ingeniería aeronáutica de aquellos tiempos y los monstruosos
    dirigibles

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  3. Gracias , Santi , por este artículo , tan bien contado , ilustrado y dirigido . Y a Gaspar., siempre atento , tanto por mar , por tierra ! Y hasta por aire !

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  4. Ana María Moya: Muy interesante, gracias 🙂

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  5. Eduardo Gavilán: Curioso artículo donde parece mentira que un dirigible pudiera transportar 5 aviones...en esta historia es interesante todo...desde la longitud y anchura y hasta la altura que conseguía con millones de piezas y tornillería...estamos hablando de millones...es sorprendente...yo recuerdo de joven haber visto en televisión un dirigible no sé si el Zeppelin u otro.
    Muy interesante Santiago y sin olvidarnos como se salvaron la mayoría de tripulantes y lo que sufrirían los familiares y el aplomo del jefe de la tripulación Wuley.
    Maravilloso Santiago

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  6. Javier Montesinos: Interesantísimo como siempre Santiago. Qué buen artículo y que bien documentado.
    Gracias una vez más.

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  7. Jerónimo Osorio: Que información más detallada, muy interesante gracias Santiago 👍

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  8. Miguel Abad: No conocía esta historia del USS Macon.
    Muy interesante. Y el dirigible, “impresionante”.

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  9. Antonio: Muy interesante como todo lo que escribes y das conocimiento a parte de la historia

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