La mujer del purito   (Cuando el pasado se asoma en una calada)  El año 1981 fue convulso en España. Por circunstancias que prefiero dejar al margen, me vi obligado a pasar unos días en Madrid. Fueron pocos, pero con demasiadas incidencias, y en un momento dado —sin saber cómo— me encontré con dos periódicos en las manos que me obligaron a dar más explicaciones de las que hubiera querido.  Una tarde, paseando por la ciudad, me detuve frente a una señora mayor que vendía tabaco. Sentí el antojo de un purito y se lo pedí. Ella, sin dejar de mirarme, dijo con seguridad:  —Eres del sur. Probablemente de Ceuta.  Tenía razón. No me sorprendió del todo; un oído fino puede detectar el acento ceutí sin mucha dificultad. Pero su tono no era el de una mujer cualquiera. Seguía siendo elegante, incluso hermosa a su manera. Había en su forma de hablar algo más: inteligencia discreta y experiencia.  Charlamos. Me dijo que había trabajado un tiempo en el Campo de Gibraltar, concretamente en...